martes, 12 de abril de 2011

Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (ES)

Este artículo está dedicado a la persona que me preguntó el otro día por el TDAH a través del Facebook.

¿Te suenan de algo las siguientes frases?

  • Nunca para quieto; siempre está haciendo algo.
  • Nunca presta atención a lo que le digo.
  • No piensa antes de actuar.
  • En el colegio se levanta de su sitio y se va como un rayo.
  • No va bien en el colegio, y está por detrás de sus compañeros.
 Lo que ahora denominamos trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) fue descrito por primera vez a mediados del siglo XIX. En un primer momento el TDAH se definió por un exceso de actividad o agitación motora. Más tarde se identificaron diferentes problemas asociados a la hiperactividad como la impulsividad y la falta de atención. Con el tiempo los déficit de atención tomaron protagonismo y la hiperactividad comenzó a decaer.


Los criterios de diagnóstico para el TDAH han ido cambiando con las diferentes ediciones de los manuales de diagnóstico psiquiátricos. En la última versión vigente el DSM-IV-TR, el TDAH permite clasificar a los niños en tres categorías:
  • predominancia de déficit de atención
  • predominancia de hiperactividad
  • combinación de déficit de atención e hiperactividad
Por tanto, vemos que ante una misma clasificación psiquiátrica TDAH podemos encontrarnos comportamientos de niños muy distintos. De hecho un niño que presenta desatención constante, es despistado y no cumple sus tareas a tiempo, puede ser completamente distinto a otro que es un revoltoso, que mueve en exceso las manos y los pies, que no para de hablar y corre o salta inoportunamente. Aún así, ambos son diagnosticados con TDAH.

Para ser diagnosticado se exige que la edad de inicio del trastorno sea antes de los siete años y que los síntomas estén presentes de forma continuada durante al menos seis meses.

Por tanto, hay que distinguir entre los niños que son distraídos, hiperactivos e impulsivos de forma general con padres, profesores y compañeros de aquellos otros que parecen mostrar el comportamiento alterado sólo en ciertos ambientes o circustancias (por ejemplo, el típico niño que no para quieto en misa o en clase de matemáticas, pero no en clase de música, de danza o de teatro).

Los profesores se quejan de la falta de concentración de estos alumnos y de falta de atención a las tareas que se les encomiendan. Sin embargo un aspecto enigmático de estos informes es que algunos de estos niños que en unas situaciones no son capaces de concentrarse o de prestar atención, en otras se mantienen durante horas sentados y altamente concentrados, por ejemplo, jugando a la consola, dibujando o haciendo construcciones con bloques.

Mi experiencia personal

Yo no sé si me hubieran diagnosticado TDAH cuando era niño siguiendo los criterios de hoy en día. Recuerdo que en el colegio nunca estudiaba antes de la noche anterior al examen. Me resultaba muy difícil quedarme sentado concentrado en un mismo sitio. A pesar de ello sacaba muy buenas notas. Recuerdo que para estudiar historia, por ejemplo (mi asignatura más odiada y por tanto la que más tiempo me llevaba estudiar), necesitaba pasear con el libro. Estudiaba en movimiento. 

A principio de curso me solía hacer buenos propósitos de estudiar a diario, hacer los deberes cuando me mandaran y todas esas cosas, pero nunca cumplía nada. Llegué a tener complejo de vago porque nunca llegaba a terminar ninguna tarea, siempre dejaba las cosas a medias. Todo empezado, pero sin terminar.

Un día descubrí que realmente esto no era así. Me regalaron un juego de ordenador llamado RAMA basado en la novela del mismo nombre de Arthur C. Clarke. Era una aventura gráfica en la que había que resolver diversos puzles, algunos bastante complicados, y que requería saber hacer operaciones matemáticas en base ocho y en base hexadecimal. Por aquella época estabamos dando algo parecido en clase de matemáticas y me pasé todo un fin de semana delante del ordenador totalmente inmerso en la aventura. Comía delante de la pantalla, solo me levantaba para ir al baño o para traer más comida.

Durante las 48 horas que estuve jugando no me moví del sitio. Cuando por fin terminé la aventura gráfica, me metí en la cama a descansar (casi ni había dormido durante dos días). Al despertar caí en la cuenta de que podría sacar cualquier asignatura que quisiera en esta vida, si le dedicaba el mismo esfuerzo e interés que le había dedicado al juego durante ese fin de semana. Nunca más volví a considerar que me costaba concentrarme, que era vago ni nada por el estilo*.

La motivación

Todo esto sugiere que la atención puede fijarse y mantenerse cuando un niño está interesado o motivado de alguna manera. La falta de atención parece ser un problema fundamentalmente de situaciones monótonas, aburridas o rutinarias.

Atención selectiva

La atención selectiva es la capacidad de atender a estímulos importantes mientras se ignoran otros que no son importantes. Los estudios de laboratorio comparando niños con TDAH y niños "normales" no son concluyentes. Es más, en algunos casos, los estímulos irrelevantes incluso mejoraron el rendimiento. Así que esta vía no es concluyente. Si los niños con TDAH tiene problemas de atención selectiva en sus vidas diarias, puede ser por mil causas pero no porque sean distintos de los niños "normales".

Atención mantenida

Esto se refiere a la capacidad de prestar atención a una tarea durante un período de tiempo. Podría ser que los niños con TDAH tuvieran problemas para mantener la atención y que a medida que pasa el tiempo su rendimiento empeoraría en una tarea de atención mantenida. La investigación de laboratorio tampoco ha mostrado de forma consistente este efecto.

De hecho, los investigadores no han sido capaces de identificar un déficit específico de atención en el TDAH.

Hiperactividad

Aquí si se ha visto que los niños con TDAH son más activos que los niños del grupo control. Sin embargo, este exceso de actividad motora dependía mucho de la situación. Se comprobó que este exceso de actividad se daba en ambientes sedentarios o situaciones muy estructuradas (donde solo se puede hacer una cosa nada más) como estar sentado en la iglesia o en clase, pero no en otras situaciones más relajadas o menos demandantes.

Impulsividad

Se puede definir como "actuar sin pensar". Aunque la impulsividad se da generalmente en el TDAH también hay niños impulsivos sin TDAH, por lo que no parece que sea algo exclusivo y definitorio del TDAH.

¿Entonces, qué es el TDAH?

A pesar del gran interés despertado, a día de hoy el TDAH continúa siendo un enigma. Existe un acuerdo en los problemas que produce el trastorno (malas notas, no escucha cuando se le habla, interrumpe a los demás o se entromete, etc.), pero no en la forma de conceptualizarlo. ¿Es un problema de atención, de actividad motora, de impulsividad? ¿Es un problema básico de la atención, es falta de motivación e interés? ¿Es un problema de autodisciplina?

Algunos autores lo han conceptualizado como una aversión hacia la demora. Es decir, no saben "esperar" y adoptan un estilo impulsivo que minimice la misma. Todos hemos experimentado alguna vez ese molesto silencio que aparece a veces en una conversación en grupo. Normalmente el que más se siente incomodado es el primero en hablar para romperlo. Hay gente de hecho que necesita estar haciendo algo y se desespera si tiene que esperar a alguien sin hacer nada.

Hoy en día con tanto IPAD, Iphone, PSP, internet, sms, etc. recibimos estimulación constante y breve. Estamos acostumbrados a mensajes cortos y rápidos. Odiamos esperar, si el ordenador tarda 15 segundos en hacer una operación nos desesperamos y empezamos a clickear de forma compulsiva para "meterle prisa", etc.

Lo que es "normal" depende de la cultura

En un estudio se pidió a varios médicos de China, Indonesia, Japón y Estados Unidos que vieran una serie de videos de la actuación de varios niños que debían puntuar. Los chinos y los indonesios dieron mayores puntuaciones en hiperactividad que los japoneses y norteamericanos. Quizás esto explique por qué en se diagnostican tres veces más niños con TDAH en China que en Reino Unido.

Un estudio mostró que los niños diagnosticados como hiperactivos en China eran en realidad más atentos y menos activos que niños no hiperactivos de Reino Unido.

Queda claro que la cultura determina lo que debe considerarse como "anormal".

¿Qué causa el TDAH?

No existe un factor único que explique el TDAH en su totalidad. Los científicos barajan múltiples factores causales. Se ha hablado de lesión o daño cerebral, de funcionamiento anómalo del cerebro debido a complicaciones en el parto o en el embarazo. También se habla de factores genéticos heredables. Al parecer se da más en gemelos monozigóticos que en hermanos.

Un punto controvertido ha sido la dieta. En 1975 el señor Feingold escribió un libro titulado "Why Your Child is Hyperactive" donde sostenía que la comida con colorantes y conservantes provocaba hiperactividad. Muchos padres leyeron su libro y dieron rápidamente a conocer las maravillas que la dieta de Feingold en el comportamiento de sus hijos. La comunidad científica no aceptó esto. Y los estudios realizados hasta ahora no han podido confirmar que el azúcar, los conservantes o colorantes estén relacionados con la hiperactividad.

El plomo ambiental es otra posible causa del TDAH que también se ha investigado.

Lo que sí está claro es que hay una correlación clara entre TDAH y los siguientes factores psicosociales:
  • conducta antisocial de los padres
  • conflictos matrimoniales
  • comunicación negativa entre los padres y los hijos
  • estrés familiar

Lo que no está claro es si el estrés familiar causa el TDAH o si el TDAH del hijo contribuye al estrés familiar.

Terapeuta: ¿Cuénteme acerca del comportamiento de su hijo? ¿Por qué dice que es hiperactivo?

Madre: Porque me pone de los nervios constantemente y me hace pasar vergüenza ajena. Si me encuentro con alguna vecina por la escalera y me paro a hablar con ella, el niño no para de tirarme de la ropa para que le preste atención, si no lo hago caso, se pone a corretear alrededor de allá para acá gritando mientras estoy hablando.

Terapeuta: Entiendo, ¿y con qué frecuencia sucede esto?

Madre: Siempre, es muy frustrante, no para quieto ni un momento.

Terapeuta: ¿y qué hace usted cuando él se comporta así?

Madre: En fin... bueno... ya sé que no debería, pero normalmente acabo agarrándole por el brazo para que se pare. Aunque como no me hace caso a la primera, termino gritándole y amenazándole con darle un azote. A veces (se echa a llorar)... me siento una mala madre porque no sé educarle. Nunca me escucha hasta que no me pongo a malas con él. Ya nadie viene a visitarnos a casa. No podemos encontrar niñera que se quede con él, porque nadie le aguanta. Me paso el día enfadada con él... no sé qué hacer... (llora más intensamente).

Está claro que hay niños que vienen con un temperamento difícil que supone un reto para los padres. No obstante con paciencia y dedicación, esto se puede modelar, aunque nadie dice que sea fácil.

Los hogares caóticos o cargados de responsabilidades, las madres impacientes o poco coherentes con su educación (hoy te dicen una cosa, mañana lo contrario) y un estilo de crianza controlador e intrusivo están estrechamente relacionados con el TDAH.

Por otro lado, respecto a la impulsividad que caracteriza al TDAH, se ha demostrado consistentemente en diversos estudios que los niños impulsivos que tuvieron durante un curso completo un profesor reflexivo y paciente, se mostraron más reflexivos cuando se les volvió a evaluar al final de ese periodo.

Hago incapié en la impulsividad porque es una de las variables más relacionadas con el éxito/fracaso escolar. Los niños reflexivos sacan mejores notas y tiene más éxito en el ambiente académico.

Una de las quejas de hoy en día, es que los padres están cada vez más ausentes en la educación de sus hijos. Un niño impulsivo requiere una persona paciente a su lado que le enseñe a reflexionar. Los niños problemáticos requieren de:
  • rutinas regulares y organizadas
  • reglas hechas y claras que se hacen cumplir de forma consistente
  • actividades silenciosas
  • actividades reflexivas
Recalco lo de actividades silenciosas, porque esto no sucede así, y un niño hiperactivo normalmente genera conductas "no silenciosas" en su progenitor que le persigue por la casa gritando "¡ven aquí ahora mismo!, ¡suelta eso, como no te pares quieto ahora mismo, te quito todos los juguetes!"

¿Y la medicación?

En mi época de joven estudiante, cuando hacía BUP, había unas pastillitas denominadas "centramina" que se usaban para estudiar toda la noche y aprobar el examen.

Las anfetaminas y sus derivados mejoran la atención de todas las personas, tanto si tienen TDAH como si no. Porque todo el mundo tiene claro que el metilfenidato (Ritalín), la dextroanfetamina (Dexedrina) y la pemolina (Cylert) son estimulantes, ¿verdad?

La cafeína, el speed o una raya de coca son también estimulantes conocidos por todos y que algunas personas utilizan para "centrarse", "despejarse" o "aguantar" más.

La histeria

En el siglo XIX la histeria femenina fue una enfermedad totalmente inventada por los médicos, esperemos que en el siglo XXI el TDAH no sea otra y lleguen pronto a un acuerdo.

Os dejo con un video que da que pensar.


¿Conoceis a alguien con TDAH en vuestro entorno?

*Nota personal: A día de hoy sigo siendo incapaz de estudiar en una silla sentado y quieto durante mucho tiempo. Cualquiera que entre en mi habitación me verá estudiando mientras estiro por la cama, doy vueltas caminando, me estiro por la pared o me retuerzo en el suelo. Tampoco soy capaz de estudiarme un tema de principio a fin, y suelo intercalar diversas actividades (tomar notas, leer otra cosa, consultar internet, escribir un e-mail) a lo largo de la lección. Otras veces estudio en el salón, en la cocina, en el baño o me bajo al parque. El caso es que si me mantengo en la misma postura mucho tiempo delante de un libro, ¡me duermo! Salvo que sea muy muy interesante.

1 comentario:

  1. Pues yo soy de los que opina que si bien no es algo totalmente inventado, si me parecería lógico que se clasifique ese TDAH como rasgo y no patología. Como la timidez, el hecho de ser o no extrovertido etc, que al final vamos a ser una sociedad colmena y eso es horrible.

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