Niña Repelente (ES)

El otro día, inocente de mí, respondí a uno de esos mensajes trampa que la gente pone es sus muros del facebook para ver quién pica el anzuelo. Lo puso una persona que no conozco mucho, pero como vi que tenía puesto un video sobre niña repelente en su muro, aproveché para hacer un comentario chorra al respecto, con tan mala pata que alguien que había dejado un comentario unas líneas más arriba, empezó a insultarme tras leer el mío.

Practica la empatía piniéndote por unos momentos en mi lugar y piensa cómo reaccionarías. La cadena de mensajes fue algo así (obviamente los nombres están omitidos)

Amigo Facebook: “mensaje trampa”

Comentadora : ke te chutas x la mañanas ,,¡¡¡ xdxdxdxdx

besos cuidate y deja de chutarte jejjeje

Amigo Facebook: jajaja pues te diria que colacao en vena o algo asi...jajaja pero no.

Alen: pues yo diría que ves mucho niña repelente y eso te ha afectado.

Comentadora : tu ke dices de niña repelente si ni sikiera me conoces ??? DE KE vas anda y ke te den si eske en esta vida hay gente para todo y x aki inbeciles como tu, tenia que salir alguno¡¡¡¡

De momento no cuento cómo continuó la conversación, pero para los que no lo sepan, niña repelente es un dibujo animado que podéis ver en youtube, y mi comentario iba dirigido obviamente a mi amigo. Curiosamente la otra persona se dio por aludida y respondió con uñas y dientes.

Pues bien, ¿qué harías tú ahora en mi lugar?

1. Borrar el comentario desafortunado sobre niña repelente y fingir que no ha pasado nada.
2. Responder con un insulto mayor.
3. Disculparte por el malentendido que ha habido e intentar arreglar la situación.
4. Hacer clic en “añadir a mis amigos” en el perfil de la comentadora.
5. Aprovechar la incidencia para explicar el concepto de Constructos Crónicamente Accesibles a la Conciencia de psicología.
6. Escribe tu propia opción.

Deja tu opción en los comentarios y en base a ello continuaré esta histora.

¡Qué divertidos los comentarios! ¡Gracias a todos por participar! 

Siento desilusionaros pero no hubo ni lanzallamas, ni meaditas en el muro, ni lecciones de ortografía, ni invitaciones a grupos de facebook de alimentos caducados (aunque este grupo podría usarlo para cierto amigo que aún guarda comida caducada en 1998 en su frigorífico).

La chica leyó por encima el comentario, venía cansada de trabajar y no se paró a analizarlo. A veces juzgamos muy rápido a la gente por sus reacciones y no nos damos cuenta de que el contexto influye (altas horas de la noche, no haber dormido, venir cansada de currar, que tu jefe te haya gritado...) y a veces es lo que más influye, más que la personalidad o la forma de ser, hasta el punto de que siendo otras las circustancias la conducta (o el comentario desafortunado) no habría ocurrido.

Todos tenemos nuestros puntos y nuestros resortes que cuando nos los tocan nos hacen saltar y desear morder la yugular del contrario. ¿Pero, por qué unos reaccionan de una manera dramática ante cosas que a otros les resulta indiferente? ¿Por qué hay gente a la que le entra un ataque de celos a la mínima en cuanto ve a su pareja haciendo algo que no le cuadre? ¿Por qué ante una misma situación unos se fijan en unas cosas y otros en otras? ¿Qué hace que interpretemos las cosas de diferente manera? ¿Qué hace que atendamos a ciertos elementos y desatendamos al resto? ¿Por qué hay gente que no para de ver en los demás los defectos que tienen en ellos mismos? Hay cosas que nos llaman la atención aunque no queramos, como cuando estamos, por ejemplo, en una fiesta y de repente oímos que alguien dice nuestro nombre.

Los C.C.A.C.s (opción 5) dirigen la conducta a menudo de forma inconsciente e involuntaria, pero de ellos hablaré en la próxima entrada.

Respecto al pequeño malentendido del facebook, mi respuesta fue una mezcla de las opciones 1, 3 y 4. Borré el comentario, me disculpé y le dije que sentía que le hubiera molestado tanto, le expliqué que mi comentario no iba dirigido a ella, y por último nos añadimos como amigos. ¡Final feliz!